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domingo, 20 de febrero de 2022

Leer, escuchar y ver

 


14.212. No es una clave, ni un número de lotería, ni el número de taquilla del gym...es el número de visitantes de este blog. Desde sus inicios!!! Parece un chiste! que no? Es absolutamente ridículo el numerito de marras, especialmente cuando veo que cualquier centennial alcanza ese número con un par de unboxing -lo que viene siendo desempaquetar un paquete-  del súper. Literal! lo he visto: hace la compra y después sube a Instagram el momento de ir sacando los productos,  aderezando el momento con comentarios varios sobre gustos, preferencias, o lo que se le pase por la cabeza... y mi querido KlinKlines 14.212 visitas en toda una vida. ¿Será que es más divertido, o interesante, o cómodo, o ligero, o apasionante; ver y oír, que leer? Podría ser. En cierta ocasión un amigo aseveraba vehementemente que la lectura estaba sobrevalorada.  Ante el  estupor facial que debí mostrar, aclaró que había muchas maneras de obtener información,  sobre cualquier cosa,  además de leer sobre el tema en cuestión. Y sí, es cierto, ¿quién  no ha usado un tutorial de youtube para ver qué puñetas le podía estar pasando a la lavadora que no cargaba agua? A decir verdad, no se dónde más se podría encontrar esa información -diagnóstico, causas posibles y  soluciones- en todo un ejercicio práctico, desde el móvil y de forma inmediata. 

Pero como no solo de información vive el ser humano, en las redes hay de todo: unboxigns varios, tutoriales sobre cualquier tema que puedas imaginar: desde cómo hacer un foxy eye perfecto a partir de los 40 hasta cómo reconfigurar el portátil, pasando por coreografías de todo tipo, croché para meditar, challenges divertidos , contar historias... hay mucho talento por el mundo -y el mundo es muy grande-, mucho más que las editoriales, las productoras de tv, las cadenas de las ídem, las radios... Naturalmente que hay que hacer la selección correspondiente, pero como siempre y en todo en esta dimensión de la vida en la que nos encontramos ahora mismo.  

 "La tendencia es el audioblog", me decía mi guía tecnológico de cabecera -hoy ando descabezada- y yo,  no es tanto que no hiciera caso -que no lo hice, como ves- si no que de alguna manera intuía que exigía un extra, una pasta muy concreta. Y es que las historias contadas, casi -o completamente- representadas, requieren además de la reflexión, la investigación y la estructura necesarias -aunque no lo creas, estas líneas necesitan un tiempito de elaboración-, las historias in voce, decía, tienen una dosis de sobreexposición que hay que gestionar adecuadamente porque, a fin de cuentas, que te vean, te lean, te escuchen muchos ojos y oídos, es someterse al juicio y la valoración de muchos pulgares dispuestos a enviar cualquier tipo de comentario.  Hoy se lo escuchaba decir -no lo he leído- a la creadora del Show de Briten, una de las 100 (100!) mejores influencers de España, según Forbes, no según yo misma... El término influencer, personalmente, me parece que no le hace justicia, lo mismo que a Esperanza Grasia , Sensillo con S, ChikybombonJaime Altozano, Ter, y un largo etc.

Reconozco que viendo sus publicaciones se me ha pasado por la cabeza klinklinear de forma audiovisual, pero luego veo que me faltan algunas  herramientas, y no solo tecnológicas, y abandono la idea. 

En alguna ocasión, he oído  que quienes se lanzan a la aventura comunicadora en cualquiera de sus formas  están buscando una validación constante... Vamos: que lo que realmente quieren es sentir admiración y reconocimiento permanentes;  y que esa necesidad dimana de alguna vivencia o no-vivencia del pasado -léase apego inseguro, baja autoestima o alguna otra forma de "disfunción" emocional-. Ergo, quienes no tienen esa necesidad de reconocimiento, son personas más sanas... Podría ser... Pero gracias a esa "disfunción" el resto de los mortales, disfrutamos de historias, conocemos otros mundos, aprendemos cosas nuevas... Así que aquí va una sugerencia, para   "equilibrados emocionales sin necesidades": que por un momento, dejen de poner etiquetas, casi siempre condescendientes y peyorativas -mira por dónde-, y que sean capaces de reconocer que hay gente por el mundo con talentos distintos a los propios, que tienen la valentía  de asumir el temor al juicio y que encaran  ese miedo. Y que hacen que ratos de las vidas de los demás sean divertidos, excitantes, apasionantes..., que consiguen despertar  emociones, compartir ideas y conocimiento, y que incluso a ellos,  les hacen disfrutar, aunque sea criticando sin piedad. 

14.212; en una adaptación súper libre de la numerología, es un 1! Cualquier día de estos, me lanzo, y pruebo con lo audiovisual!


 


domingo, 20 de junio de 2021

Felicidad y otros imperativos

Hoy es domingo, 20 de junio de 2021,  segundo año pandémico del siglo XXI... la cosa parece que avanza... que dicho así es no decir nada, depende: ¿avanza la solución?,  ¿avanza la virulencia¿, o ¿avanzan las cepas?... 

20 de junio, según algún algoritmo; un conjunto ordenado de operaciones sistemáticas que permite hacer un cálculo y hallar la solución de un tipo de problemas -definir cuál es el día más feliz -o el blue monday- debe ser fundamental para la vida humana.. - el algoritmo, decía, conocedor de nuestras reacciones,  sueños, tendencias, costumbres, gustos musicales o de marroquinería; ha arrojado como resultado que hoy,  mira tú,  es el día más feliz del año!!!. Cómo te quedas?. 

Y parece que esta felicidad es consecuencia de que los días son más largos,  el verano está a punto de empezar, hace buen tiempo, las vacaciones están más cerca, salimos más y zascandileamos más, en general; en otras palabras; estamos en pleno solsticio.

Como no podía ser de otra manera, el día más feliz del año, tiene su nombrecito correspondiente en inglés, a saber: Yellow Day... por aquello de los soles, la claridad y de más... Osea, que si hoy no estás teniendo un día espectacular, y no estás como un cascabel en el cuello de un gato hiperactivo,  deberías hacértelo ver. Por lo menos eso es lo que insinúa la psicología positiva que lleva años empeñada en decir que si las cosas no te van como a tí te gustaría, es porque no te esfuerzas lo suficiente, no lo peleas bien, ... vamos, que eres una floja que se deja llevar por el desánimo además de no poner toda la carne en el asador.  Pues qué quieres que te diga, ser optimista, es una cosa, pero empeñarse en futuribles dudosamente alcanzables, es otra bien distinta. Veamos...por ejemplo; me gusta escribir y comunicar, - así, en abstracto-. Vale. Abro un blog y escribo. Bien. hay gente -aunque te parezca imposible!-  que les parece un espanto absurdo, aburrido y hasta pretencioso, pero... hay otro grupo de personas que se divierten klinklineando conmigo -gracias! ;)-.  Pero  de ahí a  pretender ser como Candace Bushnell, o Ana Milán, o J.K. Rowling, o Elvira Lindo,  o Almudena Grandes, o Toni Acosta, o  Silvia Abril, o Maruja Torres, o Priscila Arias, o Elisa Berrini Gómez,...

El hiperpositivismo desmesurado y la necesidad de la felicidad permanente, infinita y demostrable, está acabando con la paciencia de más de dos... : "si no eres feliz, no lo estás haciendo bien"... porfavorrrrrrrrr, así que tengo una temporada que vivo con un nubarrón sobre mi cabeza, y  si lo paso mal... es porque quiero... así, sin paños calientes, sin análizar qué está pasando alrededor. Sentencia: culpable. Delito: estar triste.  Discrepo!. Soy más de la escuela de Pau Donés; depende...

"Si la vida te da limones, haz limonada", pues mira no!. Primero porque no he hecho limonada jamás, en todo caso, zumo de limón. Segundo, porque no me gusta,  salvo que lleve toneladas de azúcar. Y tercero, porque reivindico mi derecho a frustrarme, a cabrearme, a llorar, a estar hasta el moño, a coger un berrinche de no te menees... y después, cuando me haya lavado la cara (lágrimas, y mocos, que son menos poéticos, pero se producen al tiempo que las primeras), me haya calmado, y haya soltado toda clase de exabruptos, ya iré decidiendo yo qué hago con los limones de marras.

 A todos esos paladines del "todoesestupendosolohayqueverlo"  les diría que tampoco es algo  taaaaannnn innovador... lo de ver la botella medio llena. Ha existido todalavidadedios. Lo  mismo que aquello de "Al mal tiempo buena cara"  o el " No hay mal que por bien no venga". Versiones más populares -si prefieres- del mantra "si las cosas pasan, es para algo"...  Vamos,  que la humanidad se las viene ingeniando desde que existe para no caer en el desaliento más absoluto, porque -sinceramente- hay veces que, como decía Mafalda, dan ganas de bajarse del mundo... Así que menos frases tipo "Esta mañana, no sabía qué ponerme, y me puse contenta", porque a veces hay razones para estar como unas castañuelas, aunque solo sea un rato, pero otras, pues igual no tanto, y eso no significa que se padezca de "flojerismo supino".

20 de junio, el día más feliz del año... sólo en el hemisferio norte, imagino. Porque en el hemisferio sur, hoy, 2o de junio, solsticio también,  los días empiezan a acortarse, el verano se despide, el invierno, está saludando de lejos y dejarán de zascandilear...

 






 

 


domingo, 2 de mayo de 2021

Toc-toc...HOLA!!!


Teniendo en cuenta que hace mucho que no hablamos, había  elaborado una forma de acercarme,   con  una historia sobre Fray Luis de León, Miguel de Unamuno, la Universidad de Salamanca, y una frase que cuentan que el primero dijo al volver a las aulas después de pasar un tiempito alejado por arte y magia de los  tribunales de la Inquisición y que, siglos más tarde, parafraseó el segundo al regresar a su puesto de rector en esa misma universidad, como Fray Luis, y por circunstancias similares, excepto la intervención de la santainquisición... pero la verdad, es que: 

Primero: actualmente hay muchas dudas sobre la veracidad del famoso comienzo que,  por cierto, es "decíamos ayer". Segundo: una vez escrito, me ha parecido que quedaba un poquito  pedante y algo pretencioso. Y tercero: tampoco hay que darle tantas vueltas para teclear de nuevo... A fin de cuentas, no soy una representante del Siglo de Oro, y compartir ciudad de origen con Unamuno,  no creo yo que sea validación suficiente para que me ponga en modo cultureta solo para contar lo que sea que se me haya pasado por la cabeza.... Simplemente quiero retomar el klinklineo!!!;  regresar, reiniciar, recuperar, restablecer, reactivar... volver a Klinklinear!. Y es que  contar a ritmo de Klin-Klin tiene un encanto especial. Y por eso retomo. Vamos, que vuelvo. Y me da igual si lo dejé hace un trimestre o un trienio... Ojocuidado que no se trata de una segunda parte, que dicen que nunca fueron buenas, si no de seguir-como-si-nada; antes de  que se sucedieran años, viajes, aventuras, retos, disgustos, sustos, despedidas y, quién iba a imaginar, una pandemia ...

Retomar, en este caso, es emocionante. Y digo, "en este caso" porque hay ocasiones en las  puede no ser lo más apetecible del mundo... y si no, probemos: "tengo que retomar ........(rellena los puntos) o quiero/me gustaría retomar....... (más puntos para rellenar). Definitivamente, no suena igual... así que, como quiero tener sesiones klinlineantes, aquí estamos, otra vez.

Está bien.  Es verdad. Es sencillo recuperar algo cuando ese "algo"es totalmente inanimado.Verdaderamente, facilita mucho la tarea: el objeto en cuestión, no dice nada. No puede. No tiene vida.  Pero, ¿se puede retomar todo  y siempre?  Yo diría que no; o sí, pero depende, quiero decir, se podría aunque  no tan fácilmente. Y me explico: si se trata de reactivar una relación, no con un objeto -o un blog como es el caso- si no con otro ser humano, con independencia del contexto - pareja, amistad, profesional-   pero uno  donde hay implicada más de una persona y  por tanto  un potencial cortocircuito de emociones, pues la cosa se complica, porque la voluntad de volver sobre ella -sobre la relación- ha de ser compartida. Y no basta con un "como decíamos ayer" , por mucho que lo dijera Fray Luis de León, si no que es necesario todo un análisis, en el que han de participar las partes implicadas, sobre las razones del distanciamiento, o del desencuentro, o cadena de desencuentros, que, a su vez, retroalimentaron la distancia y la hizo cada vez más y más grande... Y en el espacio que llena  la lejanía, se va instalando  el enfado, la pena, la rabia, el desdén, el abandono y, en los casos más graves, la indiferencia. Salvo, claro está, que no quieras retomar nada en absoluto y entonces la cosa cambia, vamos que "la cosa" ni se da..., ya lo sugirió hace unos días Isabel Díaz Ayuso: tener la garantía de no encontrarse jamás con un "ex", resulta liberador... 

Utilizando una introducción que usa mucho el entorno  de la Presidenta madrileña, mireusted: encontrarse con un/una "ex",  no es un drama en sí mismo. A fin de cuentas, esa persona formó parte de tu vida, la elegiste y hubo un tiempo en común con momentos muy buenos... hasta que, como cantaba "la más grande",  se rompió el amor. El ex-encuentro, -patrocinado por la diosa casualidad-  debe ser,  como poco, educado. Si además es cordial, estupendo. Y si el azar resulta evocador de los buenos recuerdos; pues ya, para nota. 

Posiblemente influirán varios factores los que posicionen el ex-encontronazo en las distintas categorías y, pensando sobre ello, he realizado una consulta rápida al comité de expertas y la conclusión es la siguiente: las variables no son muchas, no se dan en exclusiva, ni tampoco en una combinatoria concreta, pero en su opinión, será determinante: uno,  el tiempo que lleva siendo "ex" , y este factor es importante porque   la condición de "ex" tiene rango de vitalicia. Dos, el estilo de cierre de la relación que se mantuvo, y es que -dicen las voces consultadas- no es igual un divorcio a la italiana, un adiós a la francesa (aunque hay cierta controversia... ver aquí, y decidir al gusto) o  una despedida respetuosamente dolorosa. Y tres:  que la historia no se finiquitara como consecuencia de una traición al estilo de  Juego de Tronos. Así que, un ex-encontronazo no tiene que ser traumático y tampoco un reset memorístico, antesala de  una "segunda parte", porque habíamos quedado en que no eran buenas... y como si nada, como que no quiere la cosa , ya he klinklineado un rato, que era la idea..., ¿retomas conmigo?  


 



jueves, 30 de noviembre de 2017

Ya están aquí...



 Normalmente procuro ser asertiva con mis manifestaciones, respuestas y de más.
Pero llegadas estas fechastaaaaaaaaaaaaentrañables, mi capacidad de asertividad es directamente proporcional al empacho navideño, y no lo digo sólo por los atracones de comidas-cenas-ágapes y otras versiones del sinsentido del zampar como Carpanta. Y es que no puedo con las, cada vez más largas, navidades. Y no. Mi intolerancia a estetiempodeamor nada tiene que ver ni con la nostalgia, ni con experiencias pasadas -ni negativas, ni positivas-, ni con una posición militante contra el consumismo, ni con ninguna otra zarandaja pseudopicológica-política-social. 
 En absoluto. Simplemente,  no me gustan. No hay animadversión en mis palabras -no las odio, no comparto ADN con el Grinch, ni con la Bruja Avería. Y quien quiera o guste del espectáculo; adelante!. Está en su derecho. Pero yo también estoy en el mío de no sentirme invadida... por el espíritu? navideño. Es sencillo: me turra la decoración navideña, los regalos a troche y moche, el bombardeo de anuncios de juguetes y colonias, los compromisos sociales y familiares -que ya el término lo dice todo- el soniquete de los niños y las niñas de San Ildefonso, Papá Noel, Olentzero, Los Magos de Oriente, los Belenes y los villancicos -bueno, los de Bing Crosby los tolero, pero creo que tiene más que ver con el swing que con las letras- 
Así que, como te decía, pierdo la capacidad de decir NO a esta tormenta perfecta que son estosdíasdepaz. Y es que haga lo que haga, mal!!!. Requetemal!!! Si consigo decir tranquilamente que no voy a cenar, a tomar algo, a comer... y da igual el contexto -familiar o social- no me libro de la sensación de bicho raro, y no me quedo bien. Si simplemente me dejo llevar y, dócilmente acudo a la reunión en cuestión, el cabreo con una misma es mayúsculo porque, una vez más, he pasado por el aro... No quiero estar campana sobre campana, mirando cómo beben los peces en el río mientras me remiendo, o me remendaba o me remendé -nunca he sabido bien qué- yendo a Belén con unos pastores a los que no conozco de nada... yo lo que quiero es que llegue el solsticio de invierno y caminar hacia el sol... soy consciente de que es posible que cuando leas esto -si es que lo lees- pienses que estoy exagerando o que estoy damnificada por algo inconfesable...  Pero también confieso que se desde ahora, que  iré  a las cenas y comidas, por lo menos a algunas. Y se que lo haré con el firme propósito de mostrarme encantadora, de no invocar a los espíritus de las navidades pasadas ni futuras y de no poner piedras en el camino de nadie -hasta lo conseguiré-. 
 Pero también se que me llevará un ratito recomponerme, y que tendré que oír -sin ningún disimulo en el tono de cachondeito "oh, claro, con lo poco que te gustan..." como si les diera lástima por ello. Pues no, no me gusta esta tontuna empalagosa. Un año más, como los poltergeist, YA ESTÁN AQUIIIIIIIII.
 Me voy a oír algo de Bing Crosby o tal vez de Sinatra. O de Mariah Carey...


lunes, 12 de diciembre de 2016

Canciones, bailes e historias



Andaba yo dándole vueltas al asunto de la canción de Maluma "cuatro babys", la polémica que ha desatado y la cantidad de comentarios, a favor y en contra, que se han disparado... y como dice un querido compañero "el comentario, es inevitable"... Desde los que dicen que hay que hacer caso omiso, a los que aseguran que hay que prohibir este tipo de letras, ritmos, bailes, estilos, etc... al considerarlas poco o nada adecuadas para el bienestar de la sociedad y...- esto es lo que más me alucina- porque incitan a una determinada conducta; en concreto la que estén tratando en su soniquete... y quien dice maluma, George Michael, Madonna, Dire Strais, The Who, Maroon5, ...  y hasta Loquillo, por citar alguno en castellano...
Y es que no es infrecuente que de cuando en vez, se reclame la retirada de tal o cual vídeoclip/canción, al considerar que son una apología de acciones reprobables  reprobación siempre está empapada de una ideología concreta, la que sea...- y hasta delictivas -violencia sexual y/o física, consumo y tráfico de drogas, pornografía, ... Naturalmente no tengo una respuesta, que ya me gustaría, pero sí me pregunto por qué se produce este efecto con la música y no con el cine, por poner un ejemplo. Y Entiendo que emisoras y canales de tv hagan una reflexión y decidan emitir tal o cual vídeoclip o canción en un horario  digamos, adulto. E incluso entiendo que decidan no emitirla. Y también entiendo que con las pelis, en TV, se sigan parecidos criterios. De la misma manera, que hay una clasificación en las salas de cine, o  recomendaciones (simples y llanas)  en los canales, sobre los requisitos para visionar tal o cual película; horarios, mayoría de edad, etc...  Ahora bien, prohibir que se emita, que se censure, que no se contemple ninguna opción, creo que es, como poco, in-idóneo, como dice otro querido compañero. El séptimo arte, cuenta y habla sobre todos los temas: sexo, drogas, asesinato, homicidio, violación, estafa, extorsión, traición, ... a veces con insinuaciones y otras veces de forma contundente , e incluso de forma muy, muy contundente -cine porno, gore, de explotación...-y a nadie, en un contexto que contemple la libertad de expresión, se le ocurre prohibir la proyección de tal o cual película, asegurando que su visionado incita a esas conductas... No me 
imagino prohibiendo Superman porque incite a llevar la ropa interior por encima de los pantalones -perdón por el simplismo-...eso sí, habrá que hacerlo con determinadas condiciones como por ejemplo distinguir entre  la realidad y la ficción. En el caso de las letras de las canciones, también...,
Sí, es verdad, que la música es muchísimo más accesible, aún cuando no quieras ser partícipe del éxito de este fulano, vas a terminar identificando la cancioncita -más ahora que es un #trendingtopic- y hasta es posible que termines tarareándola, aunque en  este caso,  es tan pretenciosa que  en un intento de ser más cool que el raggeton mondo y lirondo, rítmicamente hablando, es de lo más anodina - y sí,  ME PARECE DEL PEOR GUSTO POSIBLE, refleja a un tipo de hombre sumido en la ignorancia emocional, apegado a lo material y que confunde el enamoramiento -ya no digo el amor- con el hedonismo-egoísmo más salvaje... cosifica, humilla y desprecia a las mujeres, con un lenguaje burdo, vulgar y soez, pretendiendo ser el macho dominante y el ideal del sexo masculino -más quisiera...-  pero la prohibición no es la solución, mirar hacia otro lado, o simplemente, no dejarnos mirar -por nuestro bien (¿?!!)- es el juego del cu-cú con un bebé... Y pasarnos la vida sólo al ritmo de "Viva la Gente", pues tampoco lo  veo, la verdad... ¿alguna idea?




domingo, 25 de septiembre de 2016

Otra vez?!


Hace algún tiempo que entendí que tener uno o dos días libres, o todas unas vacaciones larguísimas, no significa estar de la ceca a la meca, sin parar, llenando el tiempo de "cosas-que-hacer", si no que, simplemente, el tiempo libre es para usarlo en lo que te hace feliz. Y a veces, puede ser viajar, otras ir a la playa, otras leer, otras escribir, y otras veces, nada de nada; simplemente estar, tiempo para permitir que el día te sorprenda...dejarse llevar. Y hoy he optado por eso, y claro está, ha habido sorpresa: una improvisada comida con una muy querida amiga. Una de esas personas a las que quieres como a tí misma, y con la que discutes con la misma fuerza con la que ríes. El resultado ha sido catártico, absolutamente liberador y tremendamente emocionante y emotivo.
La conversación ha ido por aquí y por allí y por el pasado... El pasado que, como ella dice, siempre vuelve. A veces para molestar, otras para recordarte quién eres  y quién no quieres ser, y otras... otras vuelve para poner patasarriba todos tus planes...
"Todo el  mundo tiene un muerto en su armario" María dixit. Y una historia inacabada, y algo que perdonar, y algo por lo que pedir perdón, ...
Mientras tomábamos café, la música de Coque Malla nos acompañaba de  fondo, hasta que se ha hecho un hueco entre las dos, y hemos terminado cantando a pleno pulmón entre lágrimas de "risión" absolutamente desbocada e incontrolable.

Coque, aunque él no lo sepa, forma parte de nuestro pasado, va y viene, diciendo adiós a papá y clavando su bandera... y  nosotras cantábamos y reíamos, y fantaseábamos sobre cómo sería nuestra vida si en lugar de optar por esto, lo hubiéramos hecho por aquello otro, o por lo de más allá. Y nos preguntábamos si realmente sería posible retomar algo donde lo dejaste, y continuar con ello ahora, un siglo después. Sería como hubiera sido en su momento?, sería tan bueno como lo imaginas? sería un desastre?, habría prosperado?. Pues ni idea!. El caso es que no hay manera de saber a ciencia cierta, porque ya no eres aquella persona, porque no hay tunel del tiempo posible que  te lleve allí otra vez Y  es que, querida mía, o querido, los recuerdos no son fieles a nada, ni a sí mismos. No  son lo que realmente fue (sí, ya se que esto suena, como poco, raro, pero me explico; los recuerdos son fantasías compuestas de algo que sucedió y que después has ido acomodando para que no te hagan daño, o para que sigan siendo dulces, o para tener un lugar al que regresar aunque sea con el pensamiento... así que son entre poco y nada fiables, y por tanto un pésimo e inestable cimiento para edificar nada...  o a lo mejor sí?. Hace unos días me contaban lo que en principio es una historia conmovedora: dos personas que fueron novietes en su adolescencia, esas parejas  que se tienen a la edad del amor del dúodimámico, más o menos, y que sirven de ensayo, también más o menos,   para  la vida adulta (aunque los aprendizajes nunca acaban y te pasas la vida rectificando y ajustando...), el caso es que se han reencontrado tres décadas después  y han retomado su historia, o tal vez han creado una nueva... Se habrán lanzado desde el recuerdo o se habrán re-conocido? No lo se..., le preguntaré a Coque.

domingo, 7 de febrero de 2016

LO QUE GUSTA...Y PUEDE QUE NO


OMG, !!! hace un trimestre que no paso por aquí!!! no puede ser!!! tengo que ponerme a ello!!! sin esperar ni un minuto más!!!. Pero cómo puede ser?! Tengo que organizarme mejor...aunque cada vez tenga más actividades en el mismo espacio... da igual!!! hay que organizarse...
Este viene siendo el pensamiento desde hace al menos un par de semanas, es casi un mantra, una cantinela que repica en el interior de mi cabeza. Buenos propósitos; mejorar mi agenda, llegar a todo.... Es verdad, dicho así, "llegar a todo" no suena bien. Retrata a una tarada obsesionada con cumplir sus objetivos; y  aunque algunos no sean del todo míos, la idea fija-pero-errónea por  ser cumplidora -conmigo misma y con el resto- me lleva a hacer una planificación, aunque sea mentalmente mientras voy al trabajo, pongo la lavadora o me seco el pelo... da igual, hay que organizarse, hacer algo, no puede ser, tres meses, pam-pam-pam-pam. Pero,  y qué??? tres meses, o seis, ... da igual... klinklineas para tí- me digo- -porque te gusta, te divierte... o hay algo mas? Y así, de golpe, la voz de "la vida-mundo interior",  se descubre en su versión más dura, perversa y con mala leche de cada quién, -o yo al menos la tengo: cuasi saboteadora de mi bienestar- me lanza a los leones y me hace "LA PREGUNTA", y de forma muy 
insistente..."pero tú, bonita,  para quién haces Klinklines?". Naturalmente, la primera respuesta es la que hemos aprendido que es  la correcta, la más madura, la más deseable..."noooo, bueeeeeno,  claaaaaaaaaaaaro, escribo... para mí;  porque me gusta, me divierto, me ayuda a reflexionar, me obliga a investigar, a leer más, a escuchar más..." y es verdad... es cierto, pero no es sólo eso; me gusta que me leas, y me gusta que te guste lo que lees -que mira-tú-qué-casualidad, es lo que yo escribo aquí. Porque,  vamos a ver, ¿a quién no le gusta que jaleen lo que hace?. Sea lo que sea que se haga: escribir, pintar -acuarelas, óleos o paredes-, llevar la contabilidad, dar puntos de sutura o vender bolsos ... gusta gustar!!!. Y no creo que se trate de una patología de necesidad de reconocimiento -por lo menos no dentro de un orden-. Si haces manualidades, el pino-puente, cuentas historias que has vivido o te las inventas, lavas cabezas, paseas perros, haces casas o dibujas mandalas... da igual!!!, lo que sea!!! es muy,  pero que muy agradable saber que hay a quien le parece bonito, divertido, original, o simplemente, le gusta lo que haces y/o cómo lo haces. Me cuesta creer determinadas aseveraciones del tipo "me da igual lo que piensen los demás", y me da la impresión que detrás hay un miedito revestido de súperautoestima que se hace caquita encima sólo de imaginar su tarea a la exposición pública y por tanto,  al juicio y a la opinión del resto. Pero queridos y queridas, aunque tú no quieras exponerte, lo estás!!!. Así que, sí; Klinklineo porque me divierto, pero me gusta que te guste, que te diviertas, que cabecees al leer pensando que te has visto en alguna situación de las que traigo aquí... y que rías... o por lo menos sonrías. Me gusta gustarte. Hala! ya está dicho. Te ha gustado?