Hay ocasiones en los que el finde se convierte en una sucesión de horas delante de la tv, viendo lo que está programado en las parrillas, y hasta lo que no.
Hace poco he tenido uno de esos fines de semana en el que lo único que he hecho ha sido eso: ver la tele; así, sin eufemismos ni disimulos; mando en ristre y venga!!! rayos catódicos a discreción!!!! ... bueno, no exactamente porque los plasmas ya no usan esa tecnología, pero túyamentiendes.
El caso es que después de varias horas de ficción televisiva y un análisis nada científico y menos, aún, exhaustivo, he llegado a la conclusión de que las series quieren adaptarse a los nuevos tiempos y abordan la cuestión femenina/masculino con humor y cierto cambio de roles, muy logrado en ocasiones, aunque con idéntico mensaje que en otros tiempos: la relación de pareja es lo mejor del mundo mundial!!!! yuhuuu!!!! Y hay que ir a por ello, cueste lo que cueste. Voy a explicarme, que te adivino el gesto de estupefacción -y no me extraña-
Desde las Chicas de Oro, pasando por Ally McBeal, sin olvidar, Sexo en NY, Mujeres Desesperadas, Castell, Bones, El Mentalista, e incluso los chicos de BigBang, en todas ellas, hombres y mujeres se buscan entre sí con la idea de estar mejor ... dando por buena la premisa de que estar en pareja es el estado ideal, aunque para ello tengan que pasar peripecias imposibles, hacer el ridículo en alguna ocasión y morderse la lengua en más de dos.
Distintas edades, distintas formas de vida, distintas profesiones, ... pero todos y todas con un objetivo común: encontrar el amor de su vida, al menos de "su vida" más inmediata; hombres y mujeres, de todas las edades, condiciones, con distintos oficios, con medidas propias sobre lo que significa el éxito, con mucho glamour o con la cotidianidad de cualquiera que se levanta cada mañana y afronta el día lo mejor que puede.
Son ficción, solo eso, te gustan o no. Te entretienen. Ese es su cometido, o ¿no?
Casi me da un mal cuando ví "Ciega a Citas": un bodrio importado de Argentina, disfrazado de comedia que, si no cambia -ya se verá-nos quiere colocar, como poco, dos cuentitos -de terror- en uno: el del patito feo que se convierte en cisne y de paso aquel que miente a lo bestia cuando asegura que el amor todo lo puede.
Si bien la serie en cuestión acaba de empezar, y no voy yo a jugar al Astrocanal con el final -vete a saber, igual hasta me sorprendo- pero por ahora, te decía, me parece que flaco favor hace al mundo -en general- con una historia centrada en una fémina, lista e inteligente, con carrera universitaria y
buen trabajo, PERO soltera y con pocas o ninguna posibilidad, según su
madre y según ella misma, de tener pareja porque le sobra algún kilillo
y no es lo que se dice un pivón. Para colmo, anda enamorada del jefe,
un petardo tan guapo como engreido que le manipula al punto de hacerle
aceptar, en pro de la empresa (es una emisora de radio) que acepte citas que le
propongan los oyentes para ver cuánto tarda en encontrar el amor... si es que lo consigue.
Tengo curiosidad por ver cómo se resuelve esto, porque las opciones "clasicas" son un horror y se limitan a dos:
una; o la chica se pone a dieta, se da unas mechas y conquista al petardón que cae rendido a sus pies, ... o bien, la opción dos, en la que la chica, gordita y bondadosa, con su corazoncito carente de autoestima consigue hacer ver a su jefe, futurible novio ideal, que lo que importa es el interior al tiempo que él, irresistible voz de las ondas que, además, es emitida desde un físico más que agradable, la elige a ella, de entre todas las mujeres, salvando así la floja estima que la chica se tiene a sí misma.
O a lo mejor no. A lo mejor, la chica se harta de hacer el papel de damisela embobada y de dejarse humillar, le pone los puntos sobre las íes y queda para comer con sus amigas, sin preocuparse por si va a aparecer o no el amor verdadero (!?)
En fin, en cualquier caso, es verdad que la literatura, la música, el cine, la ficción en general, se nutre de las vivencias humanas y solo ponen palabras, música y/o texto a las emociones que sentimos, los deseos que anhelamos y los sueños que tenemos ... o ¿no los tenemos?, o ¿son otros?, o ¿cambian con los años?, o ¿se repiten más allá de las épocas y las modas?, o ¿hemos aprendido qué soñar?... uf!!! no lo se. Me voy a ver la tele un rato...
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