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miércoles, 4 de diciembre de 2013

Mens Sana in Corpore Sano ... y divertido.


Hacía algún tiempo que la cuestión de la práctica del ejercicio la había encauzado por el aire libre, con lo que acudir a un recinto cerrado, era cosa del pasado. Por  cuestiones que ahora no vienen al caso, he retomado la costumbre de acudir a un gym y entre musculaciones, estiramientos -ahora se dice stretching!- pilates y zumbas, me he reencontrado con comportamientos que siguen pareciéndome curiosos y hasta divertidos, que naturalmente, tienen sus razones y explicaciones psicológicas, sociales y hasta emocionales, pero no te asustes,  que no me voy a poner sesuda -diosmelibre- Y vaya por delante, que al acudir a dicho establecimiento, sin duda alguna, tomo parte del elenco de personajes y de escenas que allí se desarrollan, y que doy por sentado que yo también tengo mis teclitas. Pero, de verdad, que visto desde fuera, no tiene desperdicio. 

Como en casi todas las facetas de la vida, la diferencia entre hombres y mujeres es patente, y obviamente cada persona tiene su propio  estilo pero yo he llegado a la conclusión de que por cada sexo hay tres tipos destacables, que sin desmerecer al resto, son los más fáciles de ver: 

ELLOS. el superatareado: que no  puede dejar el móvil quieto ni cuando está 
sentado en la bici estática con tv incorporada. Y digo bien, SENTADO, porque pedalear, más bien poco. A pesar de la prohibición expresa del centro de no usar el móvil mientras uno ejercita el cuerpo, ese sujeto, habla acaloradamente sobre tal o cual negocio, con aspavientos y miradas al rededor, para cerciorarse de que el vecino -o la vecina- de estática, tenga perfectamente claro que es un hombre importante, con grandes responsabilidades, un móvil de ultimísima generación -tanto que casi no está en el mercado- y que está allí para desestresarse de su mega-actividad empresarial, en la que él,  ordena y manda. Finalizada la charla telefónica, diez minutos de pedal y "pafuera", eso sí, usando el ascensor, que bajar escaleras es agotador...

El guaperas vs invictus; el primero, antes de decantarse por esta o aquella elíptica, otea el horizonte y que -oh! casualidad- va a situarse junto al lado de la niña más mona de la sala. Una vez situado, arranca a máxima potencia, sin dejar de mirar de reojo, si la chica en cuestión se ha dado cuenta de su capacidad torácica, la resistencia de sus piernas y la musculatura más o menos marcada de sus brazos. El segundo, el tipo INVICTUS -ya sabes a qué me refiero- está muy concentrado en sus ejercicios, se mira en el espejo para no errar la postura y no tiene tiempo para más. Su dedicación es máxima prioridad. No lleva el móvil, no va marcón -claro, no tienen ninguna necesidad!!!- y está a lo que se celebra: su rutina de ejercicios y nada más.

El masculino superfashion, que viste unos modelacos deportivos que ríete tú de los deportistas de élite que también se pasean por las pasarelas y los fotocool: maqueado de arriba a abajo, con medias hasta la rodilla, lycra adherida hasta el extremo y pelo perfecto -aunque le vaya a durar un asalto en cuanto se ponga a darle a la elíptica-, porque éste le da,  y bien, que en verano quiere seguir luciendo ese cuerpo, sea el que sea.

Y me dirás, entre las mujeres, la tipoligía no es la misma?. Negativo: entre las mujeres hay también tres clases destacables, pero muy distintas a los masculinos, a saber: 

ELLAS:  La señora ociosa: dedica sus días a las compras, cuidar que en casa esté todo ok -vamos, que no falte el ferreroroche- y a estar divina aunque sea a base de bótox; sale del gimnasio como si fuera a acudir a una convocatoria del HOLA. Hace ejercicio moderado, tipo el señor del móvilalucinante , porque entre pesito y pesito, tiene que comentar con su amiga, los avances de sus hijos -listos y guapos como pocos- , o la cantidad de trabajo que tiene en casa porque la mucama no da una con la organización de los armarios. No suda, no le falta el aire, y no frunce el ceño por dos razones fundamentales: una, porque el binomio semántico "esfuerzo físico" no existe en su vocabulario y,  dos, porque aunque quisiera -fruncir el ceño- es imposible con la cantidad de retoques que se ha hecho.

La profesional que trabaja de ocho a ocho, que se siente culpable porque tiene una carrera que le exige dedicación -tanta- como a sus compañeros hombres, pero con la diferencia de que ellos no tienen el sentimiento de culpa grabado a fuego porque -según el imaginario colectivo-  no dedica suficiente tiempo a su pareja, sus churumbeles, su familia, ... pero que -afortunadamente- se da permiso para sacar la malaleche generada en el trabajo a golpe de GAP.  Llega al gym como un tornado, se cambia a toda velocidad, y se mata haciendo ejercicio para sacar estrés -todo-  en tiempo récord. No se desmaquilla porque ya le queda poco de lo que se había puesto por la mañana, se ducha y sale de nuevo corriendo, con el pelo medio mojado con un toque de glos.

La veinteañera, que acaba de incorporarse al mercado laboral, o que está a punto, o que es estudiante: Smartphone en la mano y bolsa diseñosa tamaño XXL. Hace ejercicio como si le fuera la vida en ello, pero sin perder de vista al guaperas vs invictus. Y una vez de vuelta en el vestuario, comienza su particular despliegue por el banco corrido que -en teoría- debe albergar a varias personas: toallas, neceseres, planchas de pelo, una cantidad ingente de productos para la piel, el pelo, maquillajes, polvos sueltos y compactos, cepillos, ... invierte tanto tiempo en el vestuario como en las actividades deportivas propiamente. 

Te has visto en alguna?, en todas un poco?, en ninguna? hay muchísimas más; el gordito y/o la gordita que se machaca tomando como modelo a INVICTUS y con el objetivo en el guaperas o la niña mona, el jubilado que ya hacía deporte mucho antes del aterrizaje del culto al cuerpo, la jubilada que tiene un cuerpo que ya quisieras tú ahora mismo, porque hacía ejercicio en la misma terma que el jubileta cilcado, el tipo normal que no destaca por guapo ni por feo pero que se lo pasa en grande en la clase de zumba, la de medianaedad -qué mal suena eso!- que no se toma muy en serio las series pero que se divierte a rabiar, ... y así un larrrrrrrgo etc ... uy! qué tarde! me voy al gym!. Que lo disfrutes!!!

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