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domingo, 28 de abril de 2013

¿Quién me ha robado el mes de abril?


¿Quién me ha robado el mes de abril?..., así cantaba Sabina hace unos años, y así me he sentido yo en cuanto he sido consciente de que,  en nada,  empieza mayo!!!; el mes de las flores y de la Virgen María -reminiscencias de una educación católica- el mes de la declaración de la renta, de cerrar calendarios de vacaciones,  el mes del  inicio de la operación bikini, del mogollón en los gimnasios, de aligerar la vestimenta -si es que la temperatura acompaña, claro!- Pero desde hace algún tiempo, cada vez, cada año, todas estas cosas no son tanto, y es que para muchas de ellas necesitamos tener -cómo decirlo- un bolsillo con cierta alegría. Hasta para cumplir con el IRPF es necesario un mínimo anual: si no hay mínimo, no hay obligación de ajustar cuentas con el fisco. Y en el resto de las cuestiones, ni te cuento: vacaciones?, bikini?, gimnasio? terrazas?, ... si no hay perronas-para-gastar, nada de todo esto tiene importancia; porque ninguna de ellas tienen espacio. Las metanecesidades, que contaba Maslow, aquellas que solo tienen cabida cuando lo básico está garantizado. 
Y aunque hay corrientes de la teoría económica que afirman que el dinero debe moverse y que para eso es necesario el consumo, otras recuerdan -y no como contraposición- que subir los impuestos y encarecer los productos no van a animar al consumo, de la misma manera que facilitar el despido no genera empleo. Y todo esto no lo digo yo, eh? lo dicen cabezas pensantes refutadas y las noticias económicas de cada día... 
A estas alturas estás pensando, o que bien te has equivocado de blog, o que la invasión de los ladrones de cuerpos es ya una realidad y están haciendo de las suyas...
Pero esta primavera, no solo está revestida de colores fluor, de tachuelas y de complementos talla XXL. Esta primavera está repleta de  gente practicando deporte al aire libre; el metro-tren-autobús, va a tope mientras que los desplazamientos en coche han descendido; están volviendo los utilitarios sustituyendo a  los tegustaconducir..., y los revival de la moda, son la excusa perfecta para sacar del baúl de los recuerdos alguna que otra prenda o accesorio que -vetetúasaberporqué- guardabas en tu fondo, pero que muy fondo, de armario y así combinar tendencia y ahorro -mira tú qué apropiado-.Porque hoy tienes trabajo,  pero mañana puede que no, o que  tengas menos horas, o que te bajen el sueldo, o que  suba el IVA o el IRPF, o que varíe -al alza, naturalmente, el impuesto sobre actividades económicas ... y todo esto patrocinado por la inspiración mariana; pero no aquella virginal del mes de las flores,  si no por aquel que en su día fue "El Señor de los hilillos", hoy es "El Señor del plasma".
Las preferencias están variando, aunque a la fuerza, y con ellas -las preferencias- la búsqueda de la felicidad, también están cambiando de ruta. Me decía un amigo hace poco, que buscaba ser feliz"... yayayaya, y quién no? Pero la clave -creo yo- está en cómo alcanzar esa felicidad, a través de qué, a través de quién; de un pisoplón en la costa?, de un coche de alta gama?, de un perfume impresionante -según la publi- de nosequé gurú de la moda. O vamos en pos de la felicidad a través de una pareja -o las que sean necesarias hasta encontrar -já- al ideal que "vive" en nuestra mente?-, o a través de los logros de nuestros hijos e hijas, a los que   empujamos a realizar los sueños que tuvimos y no cumplimos?. Acaso buscamos la felicidad en el reconocimiento profesional, la notoriedad pública, y el éxito a toda costa?
Nos ha tocado una época raruna, pero si preguntas a los más mayores, te dirán que de raro nada-de-nada, y que esto se veía venir, que estábamos acostumbrados al todo-ahora.
Parece que hoy nos toca reaprender a ser moderadamente felices de otra manera, buscándole la vuelta a la vida, disfrutando de un día de playa, un paseo urbano o una charleta sin aditivos; prescindiendo de las vacaciones a todo tren  y el ocio asociado -sí o sí- al gasto. Pero mucho ojito y que nadie se vaya a equivocar, porque eso no significa que tengamos-que-ser-felices con un desahucio, sin ingresos, y sin posibilidad de superar la situación o,  simplemente, sobreviviendo. Que una cosa es resituarse moralmente y otra muy distinta es pretender que la ciudadanía dé vida  a los miserables personajes de Víctor Hugo, o sin ir tan lejos en el tiempo; que nuestros niños y niñas no puedan acceder a una educación de calidad, que una operación de apendicitis signifique endeudarse -en el mejor de los casos- hasta el día del juicio final y que el tema de las pensiones de jubilación se resuelva haciéndonos trabajar hasta los setenta, de esta manera igual palmamos en el puesto de trabajo y entonces no hay pensión que pagar, y en caso de resistencia vital, el abono de la pensión de jubilación,-eso en el caso de que hayas conseguido cotizar tropecientosmil años, y no haya habido una panda de mangantes que haya metido mano a la caja- se reduciría notablemente en el tiempo. Y si con la minipensión, no llega, pues tenemos?!?!? los minijobs, ¿verdad?
¿Quién me ha robado el mes de abril?: Rajoy, Merkel, el FMI, el BCE, Bankia, Bárcenas, Urdangarín y Sra., Mato y exmarido, ... qué ganas de que llegue MAYO!!!


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