Cuando somos pequeñas, estamos deseando cumplir años, ser mayores para poder hacer las cosas que aquellos hacen. Con 8 años, resulta fascinante la capacidad que tienen los adultos para decidir sobre cosas como elegir lo que quieren comer, ver la tele hasta tarde, no tener que ir al cole, ..... No nos damos cuenta, desde esa edad, que todo llega......... y todo pasa!!! Me lo decía mi madre, y tenía razón!!!. De pronto te ves en la treintena, y ya decides qué vas a comer cada día: un menú o un bocata, o economizar y prepararte un tuper la noche anterior y engullirlo en el office de la oficina.
Te haces mayor y te quedas a ver la tele hasta tarde...., el imsomnio producido por el estrés y la ansiedad, no te deja en paz, y te ves hasta la teletienda a ver si consigues amodorrarte y concilias el sueño unas horitas.
Estás en la edad adulta y tu tiempo de cole, insti, uni..., ya quedaron atrás; no hay evaluaciones continuas, ni primaveras entre apuntes, ni más exámenes de junio; a cambio te pones/te ponen a prueba CADA DIA: conocimientos, paciencia, habilidades sociales, y tragaderas., muchas tragaderas...., las calificaciones clavadas en un talón, han crecido también y ahora se llaman hipoteca, gastos fijos, recesión económica, ajustes presupuestarios....... TOTAL, que por fin somos mayores, por fin podemos decidir -tenemos que decidir- sobre miles de cuestiones cada día, y ahora nos gustaría volver a tener 8 años, tal vez no siempre, pero sí alguna vez.......
Como eso es algo imposible, y el camino es, inevitablemente, hacia adelante , una vez en la edad adulta y ver que "ser mayor" no es siempre una bicoca, buscamos alternativas para estancarnos, al menos exteriormente, en ese intervalo de edad en que la sociedad estima que siendo adulto, se es aún jóven y por ende, atractivo, activo y dinámico. Y nos vamos adentrando , comoqulacosanoquiere, en el adictivo mundo del camuflaje. Me explico; tener 30 y aparentar 30, está muy bien. PERO está aún mejor, tener 40 y seguir aparentando 30. Y discretamente -como decía- , empezamos por cubrir algunas canitas y terminamos aficionados al botox trimestral, pasando por pretender tener la talla de los 20 para lo que nos sometemos -voluntariamente!!!- al martirio hipocalórico y a una actividad física con disciplina espartana que cualquiera en su sano juicio ve que no se trata de controlar los triglicéridos y mantener limpias las arterias de colesterol, si no más bien, del empeño de seguir buscando la fuente de la eterna juventud...
Cuando eras una niña/niño, si alguien te preguntaba cuántos años tenías, respondías rauda: "tengo ocho, PERO, en julio hago nueve", ahora cuando te interrogan al respecto, en el mejor de los casos "confiesas" sin demasiada emoción y de forma ,vamos a decir, poco precisa: "ya he cumplido los 30" (y piensa lo que te dé la gana que no voy a decir otra cifra, darling). Sin embargo, está claro que para acumular experiencia vital que te va dando pistas sobre cada movimiento del mundo, que te permite aprender de los éxitos y de las equivocaciones, y "versionarte" constantemente en ediciones renovadas y mejoradas de tí misma, hay que pasar por el mayor número de décadas posible. Ahora bien, si consigues hacerlo con un aspecto que te guste, mejor que mejor. Feliz cumpleaños!!!!!!!! siempre.
Te haces mayor y te quedas a ver la tele hasta tarde...., el imsomnio producido por el estrés y la ansiedad, no te deja en paz, y te ves hasta la teletienda a ver si consigues amodorrarte y concilias el sueño unas horitas.
Estás en la edad adulta y tu tiempo de cole, insti, uni..., ya quedaron atrás; no hay evaluaciones continuas, ni primaveras entre apuntes, ni más exámenes de junio; a cambio te pones/te ponen a prueba CADA DIA: conocimientos, paciencia, habilidades sociales, y tragaderas., muchas tragaderas...., las calificaciones clavadas en un talón, han crecido también y ahora se llaman hipoteca, gastos fijos, recesión económica, ajustes presupuestarios....... TOTAL, que por fin somos mayores, por fin podemos decidir -tenemos que decidir- sobre miles de cuestiones cada día, y ahora nos gustaría volver a tener 8 años, tal vez no siempre, pero sí alguna vez.......
Como eso es algo imposible, y el camino es, inevitablemente, hacia adelante , una vez en la edad adulta y ver que "ser mayor" no es siempre una bicoca, buscamos alternativas para estancarnos, al menos exteriormente, en ese intervalo de edad en que la sociedad estima que siendo adulto, se es aún jóven y por ende, atractivo, activo y dinámico. Y nos vamos adentrando , comoqulacosanoquiere, en el adictivo mundo del camuflaje. Me explico; tener 30 y aparentar 30, está muy bien. PERO está aún mejor, tener 40 y seguir aparentando 30. Y discretamente -como decía- , empezamos por cubrir algunas canitas y terminamos aficionados al botox trimestral, pasando por pretender tener la talla de los 20 para lo que nos sometemos -voluntariamente!!!- al martirio hipocalórico y a una actividad física con disciplina espartana que cualquiera en su sano juicio ve que no se trata de controlar los triglicéridos y mantener limpias las arterias de colesterol, si no más bien, del empeño de seguir buscando la fuente de la eterna juventud...
Cuando eras una niña/niño, si alguien te preguntaba cuántos años tenías, respondías rauda: "tengo ocho, PERO, en julio hago nueve", ahora cuando te interrogan al respecto, en el mejor de los casos "confiesas" sin demasiada emoción y de forma ,vamos a decir, poco precisa: "ya he cumplido los 30" (y piensa lo que te dé la gana que no voy a decir otra cifra, darling). Sin embargo, está claro que para acumular experiencia vital que te va dando pistas sobre cada movimiento del mundo, que te permite aprender de los éxitos y de las equivocaciones, y "versionarte" constantemente en ediciones renovadas y mejoradas de tí misma, hay que pasar por el mayor número de décadas posible. Ahora bien, si consigues hacerlo con un aspecto que te guste, mejor que mejor. Feliz cumpleaños!!!!!!!! siempre.
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