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jueves, 8 de abril de 2010

cinco, seis, siete; OCHO MAS!!!!!




La Semana Santa, para los cristianos, las vacaciones de primavera para el resto, han terminado. Con su final el pistoletazo de salida para el verano nos ha reventado los tímpanos. Y claro está, en las conversaciones más cotidianas ya aparecen los planes para el buen tiempo, la influencia de la recesión económica en las mismas y, cómo no, las dietas y puestas a punto. Asistimos un año más al encontronazo con las prendas más ligeras y por ende, más "chicha" a la vista: torrijas VS tableta de chocolate (abdominal, eh?).
Y aquí estamos, con el firme propósito de lucir como un pincel y dispuestos a hacer lo que sea necesario.
Décimo Junio Juvenal, sentenció a finales del siglo I, "mens sana in corpore sano", y ESTUPENDO!!!! - el cuerpo- añadimos nosotros.
Y es que a juzgar por las propuestas de los modistos, reconvertidos en gurús del estilismo, no basta con tener un cuerpo sanote, sin colesterol, ni triglicéridos, ni toxinas; nononono!!!. Además hay que hacer ostentación de ello. De modo y manera que si cada día no provocas a tu paso desmayos de admiración -o de envidia nada sana- es que no estás tan bien como pretendes, darling.
Como buenos fieles que somos de la religión de la imagen, aceptamos con resignación los sacrificios necesarios para meternos en una camiseta repetadaquetecagas, sin riesgo de parecer una butifarra, ni de sufrir una trombosis. Así las cosas, empezamos el día con un café solo, tanto que parece estar en pleno duelo por la leche que le falta. Renunciamos al pintxo de media mañana y nos inventamos cientos/ miles de cosas que hacer con tal de evitar la cafetería que tiene una barra que parece la mismísima semilla del diablo, con todas esas miniaturas culinarias poniendo a prueba nuestra virtud. Sustituimos los encuentros con las amistades alrededor de una mesa, por un agradable paseo -aprovechando que los días son más largos- y como mucho, solicitamos la presencia del solitario café, solo.
Como nuestra entrega al dictado de la estética no tiene límite, además, después de una dura jornada laboral, que a estas altura de año ya pesa -mira tú por dónde-, sufrimos incontrolados ataques de vigorexia y nos lanzamos al footing, al spinning o a cualquier otro ejercicio acabado en ing -y no se trata de la cuenta naranja precisamente- nos lanzamos , decía, hasta la extenuación. Si a pesar de la debilidad, provocada por la combinación de falta de ingesta "con fundamento" y la práctica convulsiva de deporte, somos capaces de elaborar algún pensamiento, éste será de tipo mantra, NO-HAY-DOLOR. Y todo será en pos de un cuerpazo que ni el "David" de Miguel Angel. Queremos formar parte del olimpo de los dioses de la Era de Acuario: los modelazos!!!!
Total, que en plena Pascua, nos empeñamos en realizar nuestro propio calvario privándonos de algunas de las pequeñas cosas que dan "sabor" a la vida.
Afortunadamente, esta particular cuaresma no dura demasiado y en el momento que el cabreo y la ansiedad permanentes se apoderan de nosotros, hace acto de presencia el espíritu redentor del sentido común y nos recuerda que: 1. elevar la autoestima no significa convertirse en la musa de Karl Lagerfel, que dicho sea de paso, prodría revisar su propio estilismo y dejarnos respirar -y comer- tranquilas. 2, que por mucho que practiques yoqueséquétécnicafísica enfundado en unos Armani, no vas a conseguir la silueta de Cristiano Ronaldo. Y 3, y fundamental, que no te ganas la vida posando para el "Vanity Fair".

Cuídate mucho, mímate más, y cada vez que veas tu reflejo en el espejo del baño, después de la ducha, recuerda que NO HAY NADIE COMO TU. Y eso darling, a pesar de Armani, Vouton, Prada, Blanik, Valentino, D&G, V&L, Dior, Custo, Delfín, del Hierro, P. García, de la Renta......, a pesar de todos ellos, ESO SI ES DIVINIDAD.


1 comentario:

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