AMIGAS

Hay un tiempo en la vida de cualquiera, en la que los amigos son "lo más ", y los anteponemos a todo. Esa época a la que me refiero es la adolescencia, donde los retos a los mayores: padres, madres, educadores, ... es permanente, y ante cualquier negativa a un permiso solicitado, explicábamos que nuestras amigas también lo hacían: también llegaban más tarde, también se coloreaban el pelo, también salían con chicos........ -imagino que la versión masculina del asunto sería parecida- y todas nos encontrábamos con idéntica respuesta: "... y si tus amigas se tiran por un puente, tú también lo harás?".

Con el paso del tiempo vamos encontrando nuestra individualidad y nuestra singularidad, o al menos lo intentamos, pero las amigas siguen estando presentes: afortunadamente!!!!. Ellas son el espacio femenino, más allá, de nosotras mismas. Son el espejo en el que nos miramos y del que esperamos -y siempre obtenemos- la respuesta adecuada, aunque a veces no guste. Solo ellas tienen la capacidad -y la legitimidad- de decirte que estás "remona" con ese vestidito o que hay que ir pensando en visitar la "pelu" porque tus raices están alcanzando la largura de tu melena. Solo ellas pueden darte la razón cuando la tienes, o indicarte que te estás equivocando con ese chicotanmono y que no es más que un cretino.....
Las amigas son tuyas, y tú de ellas. Y tal vez entre la variedad que tienes, no se conozcan, y tal vez tampoco es necesario, porque tú las tienes a ellas y ellas te tienen a tí.
A veces oigo decir a algún miembro del sector masculino, -con tono de estar en posesión de la verdad absoluta y no exento de malaleche- que las mujeres no podemos ser amigas entre nosotras (respecto a ellos no dicen nada, qué listos!!!), porque nos boicoteamos, nos criticamos, nos envidiamos.......No lo comparto!!!!, en absoluto!!!!. No es cierto, no es verdad!!! Falso!!!. Mentira!!!.
Resulta que si dos "masculinos" no se soportan y se lo demuestran abiertamente, lo que está ocurriendo es que son consecuentes en sus actos y coherentes con su criterio, y por tanto son dignos de admiración y se jalea su comportamiento. Pero, ay!!! .... si a tí, querida mía, se te ocurre -simplemente- no mostrar entusiamo por otra congénere con la que no tienes sintonía, lo que estás haciendo -creen algunos, o mejor, quieren hacer creer al resto- es comportarte como una caprichosa, intolerante y envidiosa, al tiempo que estás incapacitada para sentir simpatía por cualquier otra fémina que no seas tú misma. Curioso, no??.
A mí se me antoja que lo que tal vez haya ocurrido a lo largo de la historia, es que esos "sujetos" (que no se merecen el adjetivo de masculinos), han pretendido mantener a sus mujeres (esposas, parejas, hermanas, hijas, nietas, sobrinas....) aisladas de todos y -sobre todo- de todas, no vaya a ser que en el contacto con otras voces distintas a las de "elmachodominante", conozcan otras realidades, otras opiniones y otros pensamientos que discrepen o contradigan al que "todo-lo-sabe-".
A las amigas: con las que a veces lloramos, otras reimos, y otras veces, solo escuchamos. A las que queremos de corazón, las echamos de menos cuando la vida nos llena de obligaciones y nos resta tiempo para dedicárselo a ellas, que nos salvan cuando parece que nos vamos a morir y nos agitan cuando nos adocenamos. Con las que nos reunimos para salir a cenar, a bailar, de vacaciones, o simplemente, para estar con ellas. A las amigas, las queremos, -tanto- como a nosotras mismas.