El uso del metro tiene muchas bondades; evitas atascos, el tiempo que se invierte en ir a donde sea es calculable con cierta precisión, puedes relajarte mientras te desplazas de punta a punta de la ciudad, aprovechar para leer, oir música, hacer crucigramas..... y a veces, esa colectividad propia del transporte público, te regala retazos de vida a través de las personas que van y vienen, a través de las cosas que unos se cuentan a otros.
Hace unos días, a mí me ha regalado ilusión. La ilusión de una chica jóven, muy jóven, no más de 18 añitos, que le contaba a su amiga como el chico de sus sueños -por lo menos el de los sueños más recientes- le había hecho una declaración de amor en toda regla. La chica hablaba alegremente, con un tono de voz vivo, sin miedo a que los que estábamos por allí escucháramos su relato, como si quisiera, de alguna manera, hacernos partícipes de la emoción que sentía: estaban enamorados!!!!.
No pude evitar pensar cómo a medida que cumplimos años, también nuestra chica del metro, el amor se va viviendo de otra manera -ni mejor, ni peor- solo diferente. Como la energía, que ni se crea ni se destruye, con el amor, con el enamoramiento, e incluso con la forma de entenderlo, pasa lo mismo: se transforma.
Me explico: Nuestra amiga del metro está en pleno subidón; su chico es el más listo, el más guapo, al que mejor le quedan los piercings.......
Dentro de unos meses, no demasiados, empezará a ver que no le gusta tanto el que lleva en la lengua que, a veces, no parece tan listo -si no más bien lo contrario- y que el mundo está repleto de macizos a los que mirar cada vez que se presente la ocasión. En definitiva, cuando la efervescencia baje, lo que quedará será la realidad: con lo bueno y lo que no lo es tanto, y ese será el momento de la verdad, o por lo menos, de una de las primeras verdades. Si hay madera debajo de tanta burbuja y ambos comparten esa visión, podrán seguir caminando juntos, y si no la hay o no coinciden en sus versiones de la imagen recibida del noble material -la madera- entonces, ciao!
En la vida de nuestra amiga, habrá distintos momentos de explosión, seguro!!!!, con distintos novietes, novios y/o parejas, pero la forma en que cada una de esas historias se manifieste, las emociones que provoquen en nuestra protagonista, también irán variando , desde la explosión incontrolada e inconsciente, hasta las deflagraciones más o menos supervisadas - o eso pensará-.
Hace poco leí que el amor, el que sobrepasa el subidóncalentónquememuero, no es ciego y que amar es una decisión que ha tenido en cuenta variables y probabilidades de éxito.
Imagino que no son los años, si no la experiencia la que hace que templemos las emociones, cotejemos los resultados obtenidos con anterioridad y casi-casi, en el lugar del cuore coloquemos una hoja de cálculo que nos ayude a valorar correctamente. Sin embargo, no hay que desorientarse, y aunque Eduardo Punset haya querido dar respuestas científicas al proceso del enamoramiento y siguientes, me parece muy saludable ser consciente de que a pesar de que en nuestros pretendidos cálculos utilicemos un ábaco, el excel o la física cuántica, el margen de error con el que vamos a trabajar es, como poco, del cincuenta por cierto. -altoquetecagas, darling-. Así que habrá que contar hasta tres, aguantar la respiración y tirarse a la piscina; con un poco de suerte el baño resultará relajante, divertido y altamente estimulante.............., si por el contrario, los hados han decidido ignorar el chapuzón, te habrás dado una tripada monumental, el agua estará helada, alcanzarás la escalerilla torpemente y saldrás tiritando y algo dolorido.....,
Felicidades a nuestra amiga de la historia del metro!!!!! que disfrute con este romance con el amante del piercing, y con todos los que vayan llegando a su vida: de unos saldrá más airosa que de otros, pero de todos aprenderá, y es que como dice Alejandro; la vida va y viene, y no se detiene, y qué se yo.
No pude evitar pensar cómo a medida que cumplimos años, también nuestra chica del metro, el amor se va viviendo de otra manera -ni mejor, ni peor- solo diferente. Como la energía, que ni se crea ni se destruye, con el amor, con el enamoramiento, e incluso con la forma de entenderlo, pasa lo mismo: se transforma.
Me explico: Nuestra amiga del metro está en pleno subidón; su chico es el más listo, el más guapo, al que mejor le quedan los piercings.......
Dentro de unos meses, no demasiados, empezará a ver que no le gusta tanto el que lleva en la lengua que, a veces, no parece tan listo -si no más bien lo contrario- y que el mundo está repleto de macizos a los que mirar cada vez que se presente la ocasión. En definitiva, cuando la efervescencia baje, lo que quedará será la realidad: con lo bueno y lo que no lo es tanto, y ese será el momento de la verdad, o por lo menos, de una de las primeras verdades. Si hay madera debajo de tanta burbuja y ambos comparten esa visión, podrán seguir caminando juntos, y si no la hay o no coinciden en sus versiones de la imagen recibida del noble material -la madera- entonces, ciao!
En la vida de nuestra amiga, habrá distintos momentos de explosión, seguro!!!!, con distintos novietes, novios y/o parejas, pero la forma en que cada una de esas historias se manifieste, las emociones que provoquen en nuestra protagonista, también irán variando , desde la explosión incontrolada e inconsciente, hasta las deflagraciones más o menos supervisadas - o eso pensará-.
Hace poco leí que el amor, el que sobrepasa el subidóncalentónquememuero, no es ciego y que amar es una decisión que ha tenido en cuenta variables y probabilidades de éxito.
Imagino que no son los años, si no la experiencia la que hace que templemos las emociones, cotejemos los resultados obtenidos con anterioridad y casi-casi, en el lugar del cuore coloquemos una hoja de cálculo que nos ayude a valorar correctamente. Sin embargo, no hay que desorientarse, y aunque Eduardo Punset haya querido dar respuestas científicas al proceso del enamoramiento y siguientes, me parece muy saludable ser consciente de que a pesar de que en nuestros pretendidos cálculos utilicemos un ábaco, el excel o la física cuántica, el margen de error con el que vamos a trabajar es, como poco, del cincuenta por cierto. -altoquetecagas, darling-. Así que habrá que contar hasta tres, aguantar la respiración y tirarse a la piscina; con un poco de suerte el baño resultará relajante, divertido y altamente estimulante.............., si por el contrario, los hados han decidido ignorar el chapuzón, te habrás dado una tripada monumental, el agua estará helada, alcanzarás la escalerilla torpemente y saldrás tiritando y algo dolorido.....,
Felicidades a nuestra amiga de la historia del metro!!!!! que disfrute con este romance con el amante del piercing, y con todos los que vayan llegando a su vida: de unos saldrá más airosa que de otros, pero de todos aprenderá, y es que como dice Alejandro; la vida va y viene, y no se detiene, y qué se yo.
Este me ha gustado especialmente. (el brother)
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