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viernes, 4 de septiembre de 2009

Amor de verano



Los escaparates ya están llenos de la moda de la nueva temporada, la tele ya nos bombardea con tediosas y absurdas colecciones, la vuelta al cole, en todos sus intervalos de edad -léase también "vuelta al trabajo"- ha dejado de ser una amenaza y ya es una realidad. Hay que elaborar el duelo por el final del verano. Es el momento de hacer los propósitos de enmienda del nuevo curso: retomar la alimentación saludable, ir al gimnasio, matricularse en el curso de yoquésequéidioma, .........., en fin, lo de todos los años por estas fechas; propósitos muy loables, en su mayoría abocados al fracaso, por lo menos hasta Año Nuevo, -otro momento de "reflexión" donde los haya-. Pero por el momento, entre buenas voluntades y mejores disposiciones, vamos dejando atrás el veranito y con él todo lo acontecido: los reencuentros, las nuevas amistades, las vacaciones, y.......... los amores veraniegos: tan desenfadados y simples como un vestido floreado de tirantes y unas sandalias. Y tan breves como tu bikini!!!
Todo el mundo, todo, debería tener -al menos una vez en la vida- un amor de verano: uno de esos que llegan entre las olas, las terrazas y el chiringuito. Que te arrebatan los sentidos a golpe de brazada en la piscina, te hacen reir, te dicen "qué bonitos ojos tienes debajo de esas dos cejas", y que en cuanto lo has divisado en el horizonte, tienes la seguridad absoluta de que le olvidarás - y te olvidará- el mismo día de la despedida. No hay juramentos de amor eterno, no hay obligaciones, no hay búsqueda del entendimiento mutuo -ni falta que hace- más allá de la diversión pura y dura.
Son aventuras estivales/vacacionales que, como la propia época del año, son desenfadadas, ligeras, y con fecha de caducidad.
El mundo masculino seguro que tiene su propia visión de este asunto, pero querida mía,-y querido mío-, mi punto de vista es el que proporcionan unos ojos que se visten con máscara de pestañas. Así que, sin menospreciar ni pretender ignorar la versión más "Johnwayniana" del asunto, he recogido algunas reflexiones emitidas por un nutrido grupo de expertas que lanzan , entre carcajadas y -por qué no- con cierto grado de nostalgia, sentencias al respecto. Durante los días de descanso en los que pretendes que tu mayor decisión sea elegir entre helado o capuccino, parece que en cuestión de ligues, los preferimos igualmente dulces, impactantes, y con buena presencia, -como la macedonia gigante de la carta de postres, vamos!!!- Si al hacer la selección entre los dolcces nos dejamos llevar por el "goloseo", las texturas y los sabores, oteando la orilla, la vista se nos va hacia cuerpos esculturales, rasgos atractivos y sonrisas encantadoras. Los días de estancia, son pocos, y no pretendemos convertir a nuestro guapetón en el padre de nuestros hijos. Atractivos camareros, fornidos socorristas, espectaculares guías turísticos que todo-lo-enseñan...................., pocas presentaciones; -de dónde eres y hasta cuándo estás.-, tomar una copa, y......... comienza el romance!!!.
Una de las expertas consultadas hace especial hincapié en que no es necesrio establecer "cercanía" desde el principio de las vacaciones, y que es más conveniente dejarlo casi-casi para la despedida. De este modo -dice la experta- evitas enganches innecesarios por ambas partes y disfrutas de tu tiempo -no hay que olvidar que no se trata de un novio- puntualiza. Por tanto, el acercamiento total, el último día!!!!
Otra de las estudiosas del tema, nos recuerda que nunca, nunca, nunca hay que fantasear con enamoramientos que pudieran perdurar más allá de la facturación de tu equipaje. Otra voz cualificada defiende la idea de que hay que asegurarse de no facilitar números de teléfono, ni direcciones de correo electrónico, al tiempo que enfatiza que el lugar de residencia habitual del maromo en cuestión debe estar, como poco, a mil kilómetros del tuyo; -estrategias- así las define, que dificultarían una hipotética- futura- tentación de reencuentro.
Sin embargo, no puedo dejar de pensar que el destino, los hados, el universo..... son sumamente caprichosos y que por mucho que nos empeñemos en elaborar una "hoja de ruta del ligue veraniego", LOVE IS IN THE AIR, y puedes verte envuelta en una corriente que te dispare la bilirrubina, las feromonas y hasta el metabolismo basal. Y tal vez, al que iba a ser tu "ligue del verano", le des tu teléfono; y te lleve al aeropuerto; y tal vez, viva a 999 kilómetros de tí, -o a dos calles-, y puede que te llame en unos días y se te acelere el corazón cuando le oyes al otro lado del móvil, y que la pasión bajo la luna, mecida por las olas, bla, bla, bla...., se transforme en el "hombre de tu vida".... (en esta parte hacer sonar violines, no he encontrado nada apropiado como B.S.O.)
O puede que no. Y que simplemente recuerdes a tu ligue al ver las fotos como elmacizodelchiringuito. Eso sí, le recordarás divertida, con media sonrisa y la mirada perdida en aquella forma tan graciosa, y nada discreta, que tuvo de entablar conversación.
El amor, la pasión, la emoción....., están en cualquier parte, solo tiene que coincidir con tu ubicación y con una recepción adecuada de las ondas, así que aunque se acabe el verano, sigue con el otoño: sal, diviértete, charla... Y sobre todo ríe, ríe mucho, y no te preocupes por las líneas de expresión porque las que vienen de la felicidad nos sientan de escándalo.

3 comentarios:

  1. La despedida del verano... quizás se pueda hacer con esta BSO. http://goear.com/listen.php?v=d1c2824

    Lo que es implacable es la publicidad, ella también ha dejado de estar de vacaciones y no para de recomendarnos cómo debemos hacer "la vuelta al cole". Aquí un ejemplo: http://goera.com/listen.php?v=64c0e79

    Los amores veraniegos... unos van, otros vienen, algunos se quedan, otros marchan, unos son reales, otros soñados,... vamos, como la vida misma!!!

    Milasker Parole ;-)

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  2. http://goear.com/listen.php?v=64c0e79
    Este es el 2º enlace correguido ;-)

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