El verano es una época fabulosa, al menos a mí me lo parece: buen tiempo, más luz, jornadas intensivas, terrazas, noches cálidas y días de playa...... y las vacaciones estivales!!!! Sin embargo, los deseados días de escapada , puede convertirse en algo terrible, si tu acompañante o acompañantes, no son de la misma cuerda y, aún así, saltando a la comba casi siempre al mismo ritmo, hay que tener en cuenta que cada uno de los quince días pueden ser una especie de GranHermanoHorribilis (más todavía): quince días quince, con sus mañanas, sus tardes y sus noches; desayuno, comida y cena, consensuando cada paso que se da:
- "..... y qué os parece chicas, si comemos en este sitio tan mono y después damos una vuelta por el puerto....
- aquí????!!!!! a mí no me gusta el pescado y es la especialidad!!!!,
- pues yo prefiero una hamburguesa,
- la verdad es que yo no tengo hambre......
una hora después, el grupo está silenciosamente dividido entre las que comen gustosamente y las que no lo hacen con tanto placer , pero.............., hay que ser tolerante, con el resto y contigo misma, porque probablemente para la cena se presentará idéntico dilema y la tortilla dará la vuelta. Y así, cada helado, visita, excursión.... A la vuelta de las vacaciones el grupo de amigas se despide y cada una vuelve a su quehacer diario. Se adoran, de eso no hay duda, pero necesitan descansar: todas de todas. Y abrazan con estusiasmo la recuperada autonomía y con ella la capacidad de decisión unilateral sin tener que hacer de cada minuto del día una cumbre en la ONU. Pero todas saben que el recuerdo que va a perdurar es divertido, que incluso las diferencias que han tenido serán comentadas, en unas semanas, destacando la parte cómica y parodiando los ratitostensosquetecagas -que los ha habido- sin duda. Y saben que en el próximo encuentro que celebren, todas ellas, estarán contentas de volverse a ver y planearán una nueva salida, reunión, cena..... a dónde sea: todas ellas, todas con todas.
El verano es una época fabulosa, aunque también tiene algunas cosas menos agradables: sudoración excesiva, caravanas, salmonela y, según dicen las estadísticas -qué manía tienen estas estadísticas de contarlo y "contarlo" todo!!- divorcios y rupturas.
Los expertos en la materia refieren que con tanto tiempo libre para pasar túconmigo/yocontigo, sin el escudo de la rutina vestida de trabajo, obligaciones, y cuestiones domésticas variadas, las diferencias afloran. Las preferencias, los gustos y las apetencias, de pronto, no coinciden y se tiene la impresión de haber ido de vacaciones con un ser de otro planeta al que no conoces de nada: excursión frente a piscina; cena tranquila frente a mambo al más puro estilo veinteañero, visitar museos frente a callejear........ La pareja en cuestión aguanta los quince días de asueto y relax??? de la mejor manera posible, salpicada con discusiones del tipo siempre-hacemos-lo-que-tú-quieres. -que digo yo que todo es compatible- ¿no?, y digo más: si con el grupo de amigas, la cuestión del consenso y la negociación funciona, ¿por qué no es así entre los que entonan a duo las cosas del querer?.
Es posible que la razón esté en que los tirayafloja no se reducen a esos días, y se extienden a toooooooooooooodo el año, durante tooooooooooda la convivencia: varios veranos, sumados al mismo número de las tres estaciones restantes. Para más inri, la pareja X, a su regreso, no puede perderse de vista unas semanas para tomar aire y hartarse de individualidad, y respirar....... o ¿sí?. Sea como fuere estos "sesudos" -los de las estadísticas- que se dedican a contabilizarlo todo concluyen tajantes: las vacaciones compartidas, separan.
Pero tampoco soy partidaria de hacer mucho caso a estos contables de la moda, la media y la campana de Gauss. En primer lugar porque no es una regla que se cumpla de forma inexorable -afortunadamente!!!!!!!- y en segundo, porque no hay que olvidar que también el verano es un momento ideal para conocer a nuevas personas, o simplemente para intimar con aquellas de cuya existencia no éramos del todo conscientes. Y es que si miramos bien, vemos que mucha gente ha conocido a su "binomio emocional y emocionante" precisamente durante las vacaciones.
Así que solo veo dos formas de afrontar el tema: con pesimismo o con optimismo, y qué quieres que te diga??, me quedo con la parte amable del asunto. Por tanto, he tomado una firme determinación; salga o no por ahí de vacaciones, lo haga de forma coral o en "paso a dos", pienso disfrutar de cada momento, de cada rayo de sol, de cada tarde de terraza y de cada lugar nuevo o conocido... porque el verano, querid@ mi@, solo dura tres meses tres: vive el verano!!!!!. Te apuntas?
Así que solo veo dos formas de afrontar el tema: con pesimismo o con optimismo, y qué quieres que te diga??, me quedo con la parte amable del asunto. Por tanto, he tomado una firme determinación; salga o no por ahí de vacaciones, lo haga de forma coral o en "paso a dos", pienso disfrutar de cada momento, de cada rayo de sol, de cada tarde de terraza y de cada lugar nuevo o conocido... porque el verano, querid@ mi@, solo dura tres meses tres: vive el verano!!!!!. Te apuntas?
¿Dónde hay que apuntarse?... no veo el enlace para inscribirse y cada día que pasa queda menos verano. ¿A quién podemos reclamar?
ResponderEliminar¡Qué bonitas las reflexiones sobre el verano! Me maravilla esa manera tan lúcida de presentar, de dibujar eso que, a pesar de compartir, a much@s nos cuesta expresar. Pero... ¿Eres galleg@? ¿Podría esa lucidez ser inversamente proporcional al compromiso de la acción? O gallega o atrapada en "la parálisis del análisis". Ahí va esa provocación. Por cierto: ¿Qué te gustaría hacer este verano? Un afectuoso saludo.
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