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martes, 22 de febrero de 2011

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La vida va y viene, y no se detiene, y qué se yo....., así canta Alejandro Sanz, (no se si poner el enlace, no vaya a ser que la SGAE quiera cobrarse algo, oye), a lo que vamos, que va y viene -la vida- digo. Y las costumbres y las modas y los usos......... y cuanto más modernos nos creemos, nos convertimos, inconscientemente, en más antiguos -o más clásicos, si lo prefieres-. A ver si consigo explicarme: hoy me comentaban que lo último en tiranías en el siglo XXI es que el género masculino, o al menos parte, el dedicado a los negocios, la política, y el merchandising en general, en virtud de una atribución de cualidades exagerada a la juventud y a la lozanía, está llenando las clínicas estéticas y los quirófanos de señores entrados en la cincuentena que buscan aparentar treinta, a base de botox, rellenos, eliminación de lorzas faciales y/o abdominales, implantes de cabello, etc....
En realidad, no están haciendo nada nuevo. Sólo hay que repasar la historia para ver que, tanto hombres como mujeres, se han preocupado por su aspecto todalavidadedios, y que han tratado de potenciar -incluso de exagerar- determinados rasgos a través de la imagen: fortaleza, poder, intelectualidad, religiosidad....., Egipto, Grecia, la Edad Media, el Renacimiento, el Barroco..... Oriente , Occidente, el Nuevo Mundo..., todos sin excepción han dedicado tiempo y esfuerzo para resaltar aspectos que "vendieran" ya fuera fecundidad, gallardía, inteligencia o respetabilidad....

Popularmente -aunque de forma totalmente errónea- el cuidado de la imagen se ha identificado con el mundo femenino, y como LOS mundos femeninos tradicionalmente y de forma interesada -y otra vez ERRONEA- , han sido tildados de poco interesantes, bobalicones y superficiales, y como prestar atención al propio aspecto era una-de esas-cosas-de-mujeres, cuidarse ha sido cosa de nenazas (el término de marras ya implica muchas cositas, no ?).
Pero en el mundo de la globalización y de las imágenes, que corren casi tanto como la luz , ha dado una nueva perspectiva del asunto de lo que el resto ve, de uno mismo, y políticos de todo el mundo se someten a retoques; desde una depilación de cejas hasta donde se quiera llegar.
Puesmireusted: que una imagen adecuada ayuda a vender arena en el desierto, es una realidad. Y la política no iba a ser menos, de hecho hay estudios que afirman que si la población americana hubiera visto que Roosevelt, utilizaba "en la intimidad" una silla de ruedas para desplazarse, no hubiera llegado a ser presidente de los USA. Sin embargo, veo yo algunas diferencias a la hora de tratar el asunto, en función de si tenemos en el punto de mira a UN político o a UNA política. De ellos se comenta que ha mejorado el aspecto....., que si ha ganado con la operación de miopía....... que si está mejor sin la marca del entrecejo.... Pero sobre ellas , el comentario suele ser -cómo decirlo- menos inocente: a Trinidad Jiménez le pusieron a caer de un burro por encuerarse, a Teresa Fernández de la Vega se le critica su delgadez y su colorido, a Carmen Alborch se le tachó de inapropiada en reiteradas ocasiones por su look, a Carma Chacón no se le perdona que la pascua militar la vista con pantalones, ..... y así un larguísimo etc.
Que Berlusconi se implante cabello, se broncee, se ponga botox hasta en las orejas y se someta a liposucciones, resulta curioso y hasta le vemos un puntito..... pero, qué pasaría si a Ángela Merkel se le ocurriera cambiar el color de su pelo????, o bajar de peso??? u operarse de vetetúasaberqué??? No se por qué me da en la nariz -sin intervención quirúrgica mediante- que los comentarios serían menos benévolos.... De nuevo la tradición intenta imponerse -y con ella de nuevo el ERROR- y una mujer que se dedica a "cosas serias" debe vestir seriamente y dar una imagen "seria" o lo que es lo mismo, enfundarse en el traje masculino, en su versión feminizada. Así que propongo un pequeño cambio de actitud y de intención en nuestros comentarios: cuando hablemos de Angela Merkel, Mary McAleece, Julia Gillard, Michelle Bachellet, Cristina Fernández, presidentas y/o Primeras Ministras (qué no primeras damas) de Alemania, Irlanda, Australia, Chile y Argentina respectivamente -y solo son una representación ....-, critiquemos, si es que procede, su modo de gobernar, sus políticas y su gestión , pero no la medida de sus tacones, o la ausencia de los idem. Mmmm, por cierto, qué cargo tienen los esposos de estas señoras, primeroscaballeros???


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